
El aislamiento térmico de la envolvente es fundamental para cualquier edificio que quiera ofrecer eficiencia y confort a sus habitantes, pero para uno construido bajo el estándar Passivhaus cobra todavía más importancia. Este tipo de inmuebles consiguen reducir el consumo de energía al mínimo con ahorros de entre un 70% y un 80% respecto a un edificio de viviendas tradicional.