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Gogoa Mobility Robots -ingeniería vasca experta en neurorrehabilitación robótica y especializada en la fabricación de exoesqueletos ligeros dirigidos a usos médicos, deportivos o laborales-profesionales- ha cerrado recientemente la venta de uno de sus productos biotecnológicos a la Clínica San Vicente de Madrid, uno de los referentes nacionales en la neurorrehabilitación motora de pacientes.

Concretamente, el grupo biotecnológico vasco ha implantado en el centro madrileño su exoesqueleto HANK, el primer producto de estas características dirigido a la rehabilitación de patologías que afectan a la marcha de los pacientes: ictus, lesiones medulares, enfermedades neurodegenerativas, etc. Este exoesqueleto fue el primero a nivel europeo en ser certificado por la Agencia Europea del Medicamento, EMA, concretamente, hace ahora 5 años, y que hasta la fecha ha sido utilizado con éxito en el tratamiento de más de 200 pacientes.

El exoesqueleto vasco permitirá a la Clínica San Vicente mejorar su oferta de servicios de rehabilitación de lesiones y patologías motoras (es decir, que afectan a la marcha de los pacientes), aumentando la gama de servicios de neurorrehabilitación que ofrece el centro madrileño y que permiten un progreso en la calidad de vida de los pacientes. La idea es ofrecer un ser servicio de rehabilitación motora más eficiente y efectivo que los tratamientos convencionales.

En este proyecto, el grupo vasco se ha encargado también de la formación de 5 fisioterapeutas de la clínica madrileña para prestar servicios de rehabilitación. Además, se abre la puerta que el Grupo Gogoa implante su tecnología de rehabilitación, apoyada en el uso de los exoesqueletos desarrollados y fabricados en Euskadi, en la matriz del centro madrileño, el Grupo Vitalia Home, con varias clínicas de rehabilitación en Zaragoza, Sevilla o Granada.

Ventajas de la Neurorrehabilitación con exoesqueletos

La elección de HANK no es casual ya que se trata del exoesqueleto más avanzado del mercado y el más versátil a la hora de rehabilitar a pacientes con distintas patologías. Se trata del único exoesqueleto existente en el mercado que cuenta con los tobillos motorizados.

Este avance tecnológico -patentado por la firma vasca- permite desarrollar un patrón de marcha natural, modificando y mejorando sustancialmente los procesos de rehabilitación respecto de otros sistemas utilizados hasta ahora, incluso permitiendo al paciente rehabilitarse y volver a caminar sin asistencia.

La utilización de estos exoesqueletos para la marcha reduce los tiempos de rehabilitación de la movilidad, con un tratamiento más eficaz que mejora el equilibrio y la coordinación en personas que han sufrido lesiones medulares, enfermedades neurodegenerativas o accidentes cerebrovasculares (ictus), reduciendo así el riesgo de caídas y otros problemas relacionados con la movilidad.

De hecho, se ha comprobado que la práctica constante con el exoesqueleto y la repetitividad de los movimientos provocan dos fenómenos en el paciente. El primero hace referencia a la plasticidad neuronal, por la cual neuronas sanas del cerebro asumen las funciones de aquellas que han sido dañadas haciendo que el paciente recupere su movilidad. Es decir, se permite ejercitar músculos y articulaciones que de otro modo no serían utilizados durante una rehabilitación ordinaria.

La segunda ventaja lograda con este dispositivo biomédico hace referencia a la reprogramación de motoneuronas, Así, los pacientes que sufren de las patologías previamente mencionadas reciben una señal débil o distorsionada en sus músculos, la cual no es suficiente para activar y controlar el movimiento. Las neuronas que se ocupan de gestionar la movilidad, motoneuronas, por medio del entrenamiento con exoesqueletos, se reprograman y aprenden a activarse con señales de menor intensidad o distorsionadas.