Según el hub científico de la Comisión Europea, el sector digital tiene el potencial de reducir las emisiones totales de CO2 entre un 15% y un 20%. Pero, a su vez, es uno de los más contaminantes.
Se estima que los data centers consumen alrededor del 1-1,3% de la demanda mundial de electricidad. Y la migración a la nube implica un incremento exponencial de la actividad on line, por lo que el entorno cloud puede ser parte del problema en lugar de la solución.
«Para aprovechar su capacidad de reducción de emisiones, las tecnologías deben diseñarse de manera que se minimicen sus efectos negativos. Este eco-diseño por defecto implica adoptar innovadoras metodologías que a su vez reducen costes y automatizan todos los procesos”, apunta Sergio Brihuega, CEO de Sygris, proveedor tecnológico español que lleva más de 15 años digitalizando los procesos de sostenibilidad empresarial.
Aplicaciones eco-responsables
Sygris plantea una plataforma de gestión basada en la nube sostenible. El enfoque Cloud Sustainability podría suponer una reducción de CO2 de 59 millones de toneladas anuales, traduciéndose en una disminución del 5,9% en las emisiones totales de TI que equivaldría a retirar 22 millones de coches de la carretera.
Por su parte, el low-code constituye una opción considerada como ‘aplicación verde’: la eficiencia del código y su reutilización se traduce en una significativa economía de recursos, permitiendo un desarrollo compartido más sostenible y con una reducción de tiempo y costes de hasta el 90%.
La clave está en usar menos recursos físicos, menos energía y más inteligencia para minimizar las emisiones de carbono de las plataformas de gestión hasta en un 98%. “Se trata de promover un cambio sustancial en la cultura del desarrollo de software para que la sostenibilidad sea tan importante como el rendimiento, la seguridad, el coste o la accesibilidad”, continúa el responsable de la compañía.
Complejidad añadida
Sygris recuerda un problema añadido a la hora de medir la huella de carbono y digitalizar los procesos ESG: muchas compañías no saben por dónde empezar cuando se trata de medir la sostenibilidad.
Realizar la recopilación, analítica y reporting de los procesos de sostenibilidad supone ordenar, homogeneizar y normalizar datos de proveedores, clientes, datos financieros y no financieros.
Por tanto, para obtener el valor de dichos datos se requiere de una solución digital disruptiva, capaz de conectar, optimizar y automatizar dinámicamente todos los procesos de gestión de la sostenibilidad empresarial.