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Líder en la categoría compactaLa nueva generación de sensores fotoeléctricos de la serie BOS 6K de Balluff es absolutamente ideal para establecer nuevas marcas de referencia en la categoría compacta. Sus pequeñas dimensiones de 31,5 x 19,5 x 10,8 mm no solo lo convierten en la respuesta perfecta a espacios reducidos en máquinas compactas, sino también en una serie que cubre todos los requisitos deseables. Entre sus 70 versiones se encuentra una gama de productos funcionales de principio a fin con versiones de luz roja y láser (clase 1) para tareas muy exigentes. La gama ofrece unas excelentes características en cuanto a precisión, rango y funcionamiento. Sensores difusos, barreras fotoeléctricas, sensores de dispersión con y sin supresión de fondo y sensores analógicos de distancia, cada uno con la flexibilidad de configurarse para conmutación de luz/oscuridad, son tan solo algunos ejemplos de la familia BOS 6K.

Todos los sensores se suministran en una carcasa de plástico excepcionalmente resistente y duradero con una inscripción láser resistente a la abrasión. Un elemento de diseño especial protege la óptica por la parte lateral. Gracias a sus grados de protección especialmente elevados IP 67 e IP 69K, una superficie de la lente de PMMA y la homologación Ecolab, la serie BOS 6K también es una elección de primer orden para su uso en la industria alimentaria.

Todas las versiones incorporan botones de configuración de alta calidad con un tacto excepcional. Si el sensor instalado es de difícil acceso también se pueden utilizar con una conexión remota. Son excepcionalmente prácticos: las funciones del sensor también se pueden configurar en pleno funcionamiento. Dos LED fácilmente visibles desde cualquier dirección ofrecen información al instante, e indican el estado de funcionamiento, la reserva de funcionamiento y el estado de conmutación. Sus bornes de conexión metálicos son extremadamente duraderos y aseguran que no haya interrupciones bajo elevadas cargas mecánicas.

El paso de un modelo anterior a la nueva generación BOS 6K es como una brisa de aire fresco para el usuario. El tamaño, instalación, concepto de funcionamiento e incluso el precio son absolutamente idénticos. Esto significa que el usuario obtiene más prestaciones por el mismo precio.

El sensor de retrodispersión con autocolimación es especialmente destacable. Gracias a su histéresis extremadamente baja, detecta con facilidad objetos transparentes hechos de cristal, como botellas, ampollas o tubos de ensayo, o película plástica transparente. Al igual que los sensores analógicos de distancia, los sensores BOS 6 abren nuevas posibilidades, como la colocación de mordazas en una máquina para producir rodamientos de bolas.

La instalación de BOS 6K resulta de lo más sencillo: dos guías de cola de milano integradas en la carcasa junto con dos orificios normales y dos orificios de montaje elípticos ofrecen el mayor grado de libertad para el montaje.

www.balluff.es