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Con su nueva plataforma ecológica Green Force®, CRC Industries satisface la demanda de desengrasantes, lubricantes y otros productos de formulación especial procedente de talleres de ingeniería, instalaciones de producción, especialistas en mantenimiento y distribuidores de productos industriales. Estos productos de CRC deparan un impacto ambiental reducido sin menoscabo de prestaciones. Los productos que llevan el nuevo símbolo Green Force son fácilmente biodegradables, presentan niveles bajos o nulos de VOC (compuestos orgánicos volátiles) y no presentan advertencias de peligro o contra la salud ambiental.

Como requisito obligatorio, los productos Green Force deben ser fácilmente biodegradables según la prueba OCDE A-F (>60%). Para dar una perspectiva: si la sustancia gotea al suelo >60% debe desaparecer en 28 días. Los productos también deben cumplir uno o más de los siguientes tres criterios generales: fórmula baja (<10%) o sin COV; >50% de material renovable o producto de base biológica; >50% fórmula a base de agua.
Además, todos los productos Green Force deben cumplir otros cinco criterios, que pueden ampliarse en función de la introducción de nueva legislación. Los productos que cumplen con las estipulaciones llevan el logotipo de Green Force en el diseño de su etiqueta con el respaldo de un certificado de conformidad para fines de auditoría, disponible para descargar desde el sitio web de CRC Industries.


Con Green Force, CRC Industries busca disipar cualquier preocupación sobre el llamado greenwashing (lavado ecológico: marketing «verde» con afirmaciones sin fundamento). Debido a una oleada de legislación en un futuro próximo, que afectará a productos químicos como aerosoles de mantenimiento, lubricantes a granel y limpiadores, crece el riesgo de posibles declaraciones «eco» incorrectas. Tal es la preocupación, que la Comisión Europea (CE) propone una nueva ley (Directiva de Declaraciones Verdes) que alienta a las empresas a asegurarse de usar sólo productos que lleven etiquetas ecológicas verificables basadas en métodos científicamente sólidos y fiables.

Entre las próximas leyes destaca el Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles ESPR (Ecodesign for Sustainable Products Regulation) de la CE. Según lo acordado provisionalmente, el ESPR impulsará productos circulares y más sostenibles desde el punto de vista medioambiental. Además, existe una propuesta de revisión de la Directiva sobre envases y residuos de envases (PPWD, Packaging and Packaging Waste Directive) para garantizar que todos los envases sean reutilizables o reciclables de una manera económicamente viable para 2030. También se vislumbra en el horizonte el Plan de Acción de Contaminación Cero de la CE, que establece para 2050 una visión de la reducción de la contaminación del aire, el agua y el suelo.

De hecho, el aumento de tales presiones regulatorias puede significar que hay margen para un requisito legal futuro de informar datos de emisiones a nivel de producto. Y solo hay un paso entre tener que informar de ello y pagar impuestos por ello. CRC puede prever una iniciativa de la UE para gravar a los contaminadores o proporcionar incentivos para mejorar, tal como el Reglamento de Taxonomía de la UE de 2020, que ya está en vigor.

A la larga, los distribuidores, los talleres de ingeniería y las instalaciones de mantenimiento deberían buscar desengrasantes, limpiadores, lubricantes, grasas e inhibidores de corrosión que reduzcan el impacto ambiental mediante criterios verificables y basados en la evidencia. Es importante destacar que las formulaciones profesionales de Green Force proporcionan respuestas sin menoscabo de las prestaciones, lo que permite que los usuarios finales más exigentes adopten alternativas de altas prestaciones que ayudan a las empresas a reducir su impacto ambiental, cumplir sus objetivos de sostenibilidad y mejorar la seguridad en el lugar de trabajo.